Siempre me he sentido orgullosa de
que me llamen Alicia Elisa Méndez Medina, aunque parezca un trabalenguas un Indescifrable acertijo, un
cacofonía incorregible.
Traigo esto a colación, pues en
estos días, caseros y fríos, de
nostalgias y pasados como una brisa,
vino a mi memoria Dionisia, una compañera del instituto PERFECT del que luego profundizaré.
Dionisia estaba estigmatizada por su
nombre, para todos y todas las estudiantes de inglés, nivel uno, del instituto
perfect aquel nombre era el mas feo de
la bolita del mundo.
Pasar la lista en aquella aula bilingüe se constituía en un gran
ritual, que iniciaba con dionisia
haciendo el gesto de trágame tierra acto
seguido el coro compuesto por el resto
de los estudiantes se preparaban para
soltar tremenda carcajada que solo menguaba con un Basta acompañado de un tablazo
a la mesa por parte del Teacher.
Hoy no estoy tan segura si era tan
horrible el nombre, pero en aquellos años nos parecía horripilante, merecedor
de todas las burlas, tanto para el nombre como para aquel que lo lleve.
No pensamos nunca en hacer llevadera
la existencia de ese ser humano que solo tenia la culpa de llevar un nombre que
a la mayoría nos parecía feo.
El tiempo fue pasando y Dionisia fue
creciendo con la estampa, con la cruz de su nombre, y digo cruz por que se veía
que le pesaba en la espalda.
Se caso, tranquilamente fue
acumulando hijos, y por cada niño que nacía se resignaba a que la llamaran Dionisia y no sentirse
humillada ni ofendida en su ineludible destino……..
Brujaaa k manera de narrar me gusta...
ResponderEliminar