No quedaba de otra había que esperar.
Me senté en un banco de la plaza
con la esperanza de que que abrieran pronto el cine, cuando me hallaba
concentrada observando lo gris de aquel cielo, con el rabillo del ojo veo
esa persona que
viene en dirección frontal hacia mi.
Me dije: es normal esto es una
¡plaza!
Pero veía que se acercaba cada vez
más y más.
Al mirar a a aquel ser
humano de frente con la ropa ajada, el pelo revuelto, y
muchos cachivaches en sus manos dije para mis adentros: bueno
¡ahora si!!
Tranquilamente me di ánimos, decidí quedarme
tranquila y no hacer bulla y con bulla me refiero a salir corriendo y
tomar la actitud típica en estos casos.
El señor se detuvo frente a mi me
observó detenidamente durante unos breves segundos que en ese momento me
parecieron una eternidad.
Su mirada era fuerte, pero dulce,
desesperada en la tranquilidad de quién espera una reacción
ya planificada
Luego se sonrió con una risa
difícil de describir
En ese instante la sentí
brevemente cómplice como quien dice:
¿Como esta colega?
No puedo negar la sorpresa que me
generó este episodio
No puedo negar lo aleccionador de
aquel encuentro.
De poetas y de locos...jajaja. Fuerte abrazo mujer.
ResponderEliminarJJAJAJA CREO QUE TODAS TENEMOS UN POCO
ResponderEliminarme gusta tu forma de describir cada suceso, estilo Juan, y sigo diciendo Excelente Manis
ResponderEliminarGracias Daya!!!!
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